Functional Mitral Regurgitation of Atrial Etiology
Insuficiencia mitral funcional de etiolog�a atrial
Pablo Danilo Jurado Carrera1 * , Mar�a
Bel�n Mu�oz Padilla1 *
, Ver�nica
Alicia Vega Mart�nez �1 *
1Universidad Regional Aut�noma de Los Andes, Sede Ibarra, Ecuador.
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Received: 19-12-2023��������� Revised: 20-03-2024��������� Accepted: 22-06-2024��������� Published: 23-06-2024
How to Cite: Jurado Carrera PD, Mu�oz Padilla MB, Vega Mart�nez VA. Functional Mitral Regurgitation of Atrial Etiology. Interamerican Journal of Health Sciences. 2024; 4:131. https://doi.org/10.59471/ijhsc2024131�
ABSTRACT
Mitral regurgitation is the most prevalent valve disease within heart valve problems. The etiology has been framed in a primary and secondary component. The secondary component for a long time has been related to both the dilation of the ventricular cavity and, in turn, the mitral annulus. Functional atrial mitral regurgitation has taken a new direction in its interpretation since dilatation of the left atrium has now also been associated with the interpretation of a new mechanism when the dimensions of the left ventricular cavity are preserved.
The importance of interpreting the etiology, pathophysiology, diagnosis and treatment have defined a new and better way of interpretation.
KEYWORDS
Atrium Left Atrium, Mitral Annulus, Atrial Fibrillation.
RESUMEN
La regurgitaci�n mitral es la valvulopat�a m�s prevalente dentro de los problemas valvulares card�acos. La etiolog�a se ha enmarcado en un componente primario y secundario. El componente secundario por larga tiempo ha sido relacionado tanto a la dilataci�n de la cavidad ventricular como a su vez del anillo mitral. La regurgitaci�n mitral funcional auricular ha tomado una nueva direcci�n en su interpretaci�n ya que ahora se ha asociado tambi�n la dilataci�n de la aur�cula izquierda para la interpretaci�n de un nuevo mecanismo cuando las dimensiones de la cavidad ventricular izquierda se encuentra conservados.
La importancia de interpretar la etiolog�a, fisiopatolog�a, diagn�stico y tratamiento han definido una nueva y mejor forma de interpretaci�n.
PALABRAS CLAVE
Aur�cula Izquierda, Anillo Mitral, Fibrilaci�n Auricular.
INTRODUCCI�N
La v�lvula mitral es una compleja estructura que permite la entrada de sangre desde el aur�cula izquierda (AI) al ventr�culo izquierdo (VI) durante di�stole, al coaptar sus valvas previene el reflujo sangu�neo en la s�stole.(1) Para cumplir con esta funci�n, existe una delicada interacci�n entre la contracci�n y/o relajaci�n del VI, contracci�n del m�sculo papilar, movimiento del anillo y movimiento de las v�lvulas. Cualquier alteraci�n de esta interacci�n afecta la coaptaci�n de las valvas y puede causar regurgitaci�n mitral (RM).(2)
La RM funcional es el resultado de un desequilibrio entre el aumento de las fuerzas de sujeci�n (debido a la dilataci�n del VI, desplazamiento y/o disfunci�n del m�sculo papilar) y disminuci�n de las fuerzas de cierre (contractilidad y/o sincronicidad del VI reducida) en presencia de una v�lvula estructuralmente normal.(3,4)
El anillo mitral es un anillo fino, discontinuo, que est� bordeado por inserciones de miocardio auricular y ventricular. Anteriormente, el anillo est� en continuidad y firmemente anclado a los tr�gonos fibrosos duros y la fibrosa intervalvular y posteriormente a la pared miocardica de la uni�n auriculo ventricular; por tanto, la dilataci�n del anillo afecta principalmente a la valva posterior. La falta de planicidad y la forma del anillo reducen la tensi�n mec�nica sobre las valvas, y la contracci�n del esf�nter por las fibras mioc�rdicas asociadas reduce el �rea anular en un 25 % durante el ciclo card�aco, lo que facilita la coaptaci�n normal de las valvas.(5,6)
La RM moderada o severa es un trastorno valvular com�n con una prevalencia estimada de m�s de dos millones de personas a nivel mundial, y se prev� que se duplique en 2030. La RM aumenta con la edad y se asocia con un aumento de la mortalidad. El mantenimiento de la competencia valvular requiere la coordinaci�n temporal y espacial de las valvas mitrales, el anillo y el aparato subvalvular. Mec�nicamente, la RM se clasifica como primaria (es decir, enfermedad valvular intr�nseca, como el prolapso mitral) o secundaria (funcional), que se subclasifica adem�s por el grado de movilidad de las valvas. La insuficiencia mitral funcional ocurre en pacientes con una v�lvula estructuralmente normal (generalmente con movilidad restringida de las valvas), dilataci�n del anillo mitral y remodelado del ventr�culo izquierdo en el contexto de anomal�as globales o regionales de la funci�n sist�lica; La regurgitaci�n mitral en este contexto es el resultado de un desequilibrio entre el aumento de la inmovilizaci�n y la reducci�n de las fuerzas de cierre que act�an sobre las valvas mitrales.(7)
La Fibrilaci�n Auricular (FA) es el trastorno del ritmo m�s com�n observado en el 2 % de la poblaci�n general y la prevalencia est� aumentando a medida que la sociedad envejece.(8)
Una forma de RM funcional es el resultado de las consecuencias fisiol�gicas de FA de larga duraci�n. La denominada �regurgitaci�n mitral funcional auricular (AFMR)� se ha reconocido cada vez m�s.
Se ha vuelto cada vez m�s claro que el agrandamiento de la AI y del anillo mitral puede ser suficiente para producir regurgitaci�n mitral funcional auricular (AFMR).(9)
Es bien sabido que la FA causa dilataci�n del anillo mitral y de la AI sin dilataci�n del ventr�culo izquierdo (VI). Sin embargo, sigue siendo controvertido si la FA y la dilataci�n anular subsiguiente causan insuficiencia mitral (IM) significativa sin disfunci�n del VI.(18)
En 2010, varios estudios comenzaron una vez m�s a informar sobre la existencia de IM en pacientes hospitalizados con FA. Los pacientes estudiados por Gertzetal que se sometieron a ablaci�n con cat�ter por FA reportaron que mantener el ritmo sinusal mediante ablaci�n con cat�ter reduc�a significativamente el tama�o del anillo mitral y mejoraba la RM.(16)
Esta forma de RM puede representar una fisiopatolog�a �nica e identificar un subconjunto de pacientes para quienes la ablaci�n de la arritmia puede resultar en una mejora dram�tica de la RM.(10)
A diferencia de la IM secundaria, que tiene una alta prevalencia por mill�n de individuos, se desconoce la proporci�n con IM funcional auricular.(11)
Los objetivos de esta revisi�n son:
� Desarrollar una revisi�n sobre los aspectos fundamentales de la Regurgitaci�n Mitral Auricular.
� Describir los resultados de los estudios realizados en relaci�n a Regurgitaci�n Mitral Auricular.
� Conocer cu�les son los mecanismos de acci�n que se encuentra relacionados con esta valvulopat�a.
� Identificar los posibles tratamientos y manejo terape�tico que se han planteado hasta el momento.
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M�TODO
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Los resultados presentados en este trabajo se han recolectado mediante una b�squeda realizada en MEDLINE, a trav�s de PUBMED, utilizando como criterios los t�rminos:
�V�lvula Mitral�, �Regurgitaci�n mitral funcional�, �Regurgitaci�n mitral Auricular�, �Mecanismos regurgitaci�n mitral auricular�, �Insuficiencia mitral auricular�, �manejo regurgitaci�n mitral auricular�.
Posteriormente se realizar�n nuevas b�squedas en base al material seleccionado y a los art�culos que investigaron, enfatizando el an�lisis en el tratamiento la de la regurgitaci�n mitral aguda, seleccionando aquellos que significar�n un avance en la investigaci�n, con especial inter�s en los ensayos randomizados disponibles.
RESULTADOS
Regurgitaci�n mitral funcional auricular
La prevalencia de RM funcional significativa no reconocida cl�nicamente aumenta significativamente en pacientes con FA, un estudio detect� IM moderada-severa en dos tercios de los pacientes con FA, en comparaci�n con 6 % de los pacientes sin FA. En pacientes con FA y RM, es dif�cil determinar cu�l fue el factor iniciador. En ambos procesos patol�gicos, la dilataci�n de AI y la dilataci�n del anillo mitral pueden coexistir debido a mecanismos en competencia.(7)
La sobrecarga de volumen de larga duraci�n debido al aumento del �rea del orificio regurgitante efectivo en la RM puede conducir a la posterior dilataci�n de la AI y el anillo mitral, lo que predispone a la FA. Por el contrario, la FA en s� misma puede resultar en dilataci�n de AI y dilataci�n del anillo mitral, por lo tanto conduce a la IM funcional de tipo I.(10) En 1996, Tanimoto, et al. demostr� que el tama�o de la AI se correlaciona con el tama�o del anillo mitral independiente de las dimensiones del VI, lo que sugiere que un agrandamiento aislado de la AI podr�a resultar en un tipo I funcional RM.(12) En 2009, Kihara et al. Alabama. examin� a 12 pacientes con FA con funci�n y dimensiones normales del VI que se sometieron a anuloplastia de v�lvula mitral para IM funcional de Tipo I y encontr� un aumento de las �reas del anillo mitral y de la aur�cula izquierda en comparaci�n con pacientes con FA sin IM. Aunque no pudieron determinar la causalidad en su estudio retrospectivo, propusieron que la dilataci�n de la AI y la dilataci�n del anillo mitral pueden ser la causa m�s bien que el resultado de RM.(13) En 2011, mientras realizaba un estudio cl�nico y ecocardiogr�fico que examinaba el impacto de la RM en FA persistente en 95 pacientes despu�s de la ablaci�n con cat�ter de FA , Gertz, et al. identific� un subconjunto de 53 pacientes con IM funcional moderada o grave y movimiento normal de la valva (IM tipo III).(6) AFMR fue asociada con la edad avanzada, la hipertensi�n y la FA persistente (a diferencia de la FA parox�stica). El mecanismo de IM en estos pacientes se deb�a a la remodelaci�n auricular secundaria a FA, y evaluaron a�n m�s la funci�n de la v�lvula mitral tanto antes como despu�s de la ablaci�n de la FA en los pacientes. En pacientes con ablaci�n exitosa de FA que permanecieron en ritmo sinusal durante el seguimiento, se observ� mejor�a en la gravedad de la IM junto con la disminuci�n del tama�o de la AI y las dimensiones del anillo mitral. Por el contrario, aquellos con FA recurrente despu�s de la ablaci�n no mostraron cambios significativos en el tama�o de la AI o las dimensiones del anillo mitral.(12)
La dimensi�n anular mitral fue el �nico predictor independiente estad�sticamente significativo de IM residual moderada a severa tras ablaci�n de FA.
Desde entonces, la mejora de la IM funcional tras la restauraci�n del ritmo sinusal tras la ablaci�n de FA se ha replicado en estudios retrospectivos adicionales utilizando im�genes ecocardiogr�ficas y de resonancia magn�tica, lo que sugiere que AFMR es de hecho una entidad verdadera. Zhao y col. hicieron ecocardiogramas para cuantificar la RM en pacientes con FA persistente de larga data y encontr� que el grado de IM durante el seguimiento despu�s de la ablaci�n fue directamente correlacionado con la cantidad de arritmia recurrente. Mientras tanto, Reddy, et al. utiliz� resonancia magn�tica card�aca para demostrar remodelado inverso y reducci�n en el grado de IM en pacientes que permanecieron en el seno. ritmo despu�s de una ablaci�n exitosa de la FA.(15)
Fisiopatolog�a
La relaci�n entre el agrandamiento de AI inducida por la FA, la dilataci�n del anillo mitral y la RM sigue siendo una materia de debate. M�ltiples estudios han implicado a la dilataci�n del AI aislada como el principal responsable para la inadecuada coaptaci�n de valvas en pacientes con FA, independientemente de las dimensiones del VI.(1)
La FA en s� misma puede verse como un instigador de la IM funcional de tipo I, en lugar de simplemente una consecuencia, mediando su efecto a trav�s de la dilataci�n de AI y el anillo mitral.
Alternativamente, la Insuficiencia cardiaca con Fracci�n de eyecci�n preservada (HFpEF) podr�a dar lugar a RM funcional a trav�s de dilataci�n la dilataci�n del anillo mitral, incluso en ausencia de FA. Tanto la FA como la HFpEF comparten bases fisiopatol�gicas.(4)
En pacientes con FA sin RM pueden presentar un anillo mitral m�s grande que el encontrado en individuos sanos, el �rea de la valva mitral tambi�n puede modificarse en pacientes con FA cr�nica, la relaci�n entre la valva mitral y el �rea del anillo fue similar puede estar conservada en individuos sanos, mientras que se suele modificar en pacientes con FA. EstA relaci�n sugieren fuertemente que la remodelaci�n de las valvas contribuye a la severidad de la IM funcional auricular.(5)
Mecanismo de acci�n
Anat�micamente, las valvas mitrales pueden cubrir el anillo mitral, que es la porci�n m�s estrecha que conecta la AI con el VI, con un �rea de valvas de 1,5 a 2,0 veces m�s grande que la que se encuentra en individuos sanos. Adem�s, las valvas mitrales se agrandan a�n m�s cuando es fisiol�gicamente necesario.
Estudios recientes que utilizan experimentos con animales y ecocardiograma 3D (3DE) han demostrado que la valva mitral no tiene un tama�o fijo y que se agranda o engrosa en respuesta a diversas tensiones (�remodelaci�n de la valva�). Dal-Bianco y col.� estir� artificialmente el m�sculo papilar hacia el �pice para producir IM funcional en el 50 % de las 12 ovejas que se estudiaron. Se observ� 60 d�as despu�s que el �rea de la valva mitral se expandi� en un 17 � 10 % solo en los animales que se sometieron a este procedimiento. Las pruebas histopatol�gicas revelaron que la transici�n endotelio-mesenquimatosa jug� un papel central mec�nicamente en este cambio. Un estudio in vivo exitoso con 3DE realizado por el mismo grupo demostr� que los pacientes con RM funcional ten�an una relaci�n entre la valva mitral y el �rea de la valva de cierre (lo que representa una remodelaci�n insuficiente de la valva) que la encontrada en individuos sanos y sin IM significativa.(12)
Aunque los pacientes con FA sin RM mostraron un anillo mitral m�s grande que el encontrado en individuos sanos, el �rea de la valva mitral tambi�n fue mayor y la relaci�n entre la valva mitral y el �rea del anillo fue similar a la de los individuos sanos. Por el contrario, los pacientes con RM funcional auricular mostraron valvas mitrales significativamente m�s peque�as en comparaci�n con el anillo (remodelado insuficiente de las valvas). Estos resultados sugieren fuertemente que la remodelaci�n de las valvas contribuye a la severidad de la IM funcional auricular.(9)
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Tethering Valvar atriog�nico: un subtipo poco com�n pero significativo
Otro posible mecanismo de la AFMR, conocido como tethering de valvas atriog�nicas, ha sido reportado en algunos estudios. La porci�n anterior del anillo mitral est� unida a la ra�z a�rtica, una posici�n fija estable en el coraz�n, mientras que la porci�n posterior est� unida a la uni�n de la AI y la pared libre del VI, que se estira hacia afuera cuando la AI y la mitral se observa que el anillo se agranda. Este accesorio posterior se encuentra dentro de la cresta de la entrada del VI. Debido a esta estructura anat�mica, la expansi�n de la pared de la AI conduce a la desviaci�n del anillo posterior hacia el exterior del miocardio, provocando la inmovilizaci�n de la valva posterior.(11)
Silbiger propuso este fen�meno de �atadura de valvas atriog�nicas� como un mecanismo potencial que causa un empeoramiento de la IM en pacientes con dilataci�n del anillo mitral. Este fen�meno del desarrollo de un �ngulo de la valva posterior m�s pronunciado ha sido descrito previamente por un libro de texto como �tend�n de la corva� en pacientes con estenosis mitral reum�tica y ha sido verificado recientemente por algunos informes que utilizan 2DE y 3DE.
Estos pacientes con una valva posterior de �ngulo pronunciado se encuentran a menudo en la pr�ctica cl�nica. Se presentan con anclaje posterior asim�trico, con valvas posteriores �dobladas� hacia el VI y con chorros de RM exc�ntricos desviados posteriormente.(12)
El anillo mitral se compone principalmente de tejido fibroso y adiposo. No se contrae activamente por s� mismo, sino que se mueve pasivamente con la contracci�n de la AI y el VI. Se sabe que el anillo mitral normal tiene forma de silla de montar. En la s�stole temprana, el �rea del anillo mitral disminuye entre un 20 % y un 25 % en comparaci�n con la di�stole y la forma de la silla aumenta en profundidad. El ritmo de FA reduce inmediatamente el movimiento del anillo mitral y aumenta gradualmente el tama�o y la planitud del anillo mitral. La contracci�n anular reducida da como resultado un �rea sist�lica del anillo mitral m�s grande, lo que aumenta a�n m�s el desequilibrio entre el �rea del anillo y el �rea de la valva. El aplanamiento del anillo, que da como resultado una p�rdida de la forma de la silla de montar profunda, provoca un aumento de la tensi�n en las valvas mitrales y una mayor distancia de sujeci�n.(11)
Est� bien establecido c�mo la FA provoca, simult�neamente a la alteraci�n el�ctrica, una remodelaci�n de la AI microsc�pica y macrosc�pica relevante. La fibrosis intersticial, que reemplaza gradualmente al miocardio auricular contr�ctil, es responsable de un aumento de la rigidez de la AI junto con una distensibilidad de la c�mara alterada. La ecocardiograf�a por speckle tracking es una t�cnica ecocardiogr�fica de segundo nivel que garantiza una cuantificaci�n objetiva e independiente del �ngulo de la deformaci�n mioc�rdica. Estudios recientes han demostrado la capacidad del an�lisis del Strain de la AI, para detectar fibrosis y estratificar el riesgo de accidente cerebrovascular en pacientes con FA. De hecho, en pacientes con FA se ha demostrado una fuerte correlaci�n inversa entre la cantidad de fibrosis evaluada por la resonancia magn�tica de realce tard�o de gadolinio 3D y el pico del strain de la AI; los pacientes con valores m�s bajos de Strain de AI tienen un mayor riesgo de eventos cardioemb�licos que aquellos con strain normal.(12)
La FA tambi�n provoca una variaci�n sustancial de latido a latido en la duraci�n del ciclo y el tiempo de llenado. Aunque la taquicardia generalmente reduce el volumen regurgitante por latido , en ocasiones experimentamos mejoras en la gravedad de la IM inmediatamente despu�s de la cardioversi�n de la FA a ritmo sinusal. Varios estudios antiguos sugieren que la p�rdida de la s�stole auricular se asoci� con un cierre insuficiente de la v�lvula mitral en di�stole y s�stole temprana, lo que resulta en una IM funcional auricular. Sin embargo, hasta la fecha, hay pocos datos sobre el efecto directo de la respuesta ventricular r�pida y la variabilidad de la frecuencia card�aca en la IM funcional auricular y se necesitan m�s estudios para investigar los mecanismos subyacentes.(13)
Evaluaci�n de im�genes
Ecocardiograma
La ecocardiograf�a juega un papel fundamental en el diagn�stico, seguimiento y tratamiento de los pacientes con AFMR, debido a su alta disponibilidad, portabilidad y ausencia de exposici�n a la radiaci�n. Sigue siendo la modalidad de imagen de primera l�nea en la evaluaci�n de las enfermedades de la v�lvula mitral. La ecocardiograf�a es valiosa para evaluar la gravedad de la insuficiencia mitral, que es crucial para decidir el momento de la intervenci�n. La gravedad de la insuficiencia mitral se divide en 3 grados: leve, moderada y severa.(15)
Sin embargo, existe una discrepancia en los puntos de corte cuantitativos para la RM entre las recomendaciones de la American Heart Association / American College of Cardiology (AHA / ACC) y la European Society of Cardiology / European Association for CardioThoracic Surgery. En las gu�as de la AHA / ACC, la RM severa se define como un �rea de orificio regurgitante eficaz de 40 mm 2 o volumen regurgitante 60 ml por latido; mientras que, en las directrices europeas, los cortes correspondientes son de 20 mm 2 o 30 mL por latido. El fundamento de las directrices de la AHA / ACC para utilizar 40 mm 2 como un. Es importante destacar que las directrices no hicieron recomendaciones espec�ficas sobre la clasificaci�n de la gravedad en AFMR. La variaci�n latido a latido en la FA complica a�n m�s la evaluaci�n por im�genes de la gravedad de la IM en estos pacientes. Se debe recomendar el promedio de mediciones durante 5 a 10 ciclos card�acos consecutivos. Es importante integrar m�ltiples par�metros cuantitativos y cualitativos, incluida la fracci�n de regurgitaci�n, el ancho y el �rea de la vena contracta y las inversiones del flujo sist�lico de la vena pulmonar, junto con el estado cl�nico de los pacientes en la evaluaci�n de la gravedad de la IM y la decisi�n sobre el momento de la intervenci�n. Adem�s, el tama�o, la forma y la din�mica del anillo mitral pueden evaluarse cuantitativamente con una ecocardiograf�a transesof�gica tridimensional para determinar el grado de dilataci�n y aplanamiento del anillo mitral en la AFMR.(16)
Im�genes por resonancia magn�tica cardiovascular
La resonancia magn�tica cardiovascular es cl�nicamente �til en la evaluaci�n de la RM en t�rminos de identificaci�n de mecanismos, cuantificaci�n de la severidad y determinaci�n de sus consecuencias card�acas sobre la remodelaci�n de la c�mara card�aca. La resonancia magn�tica cardiovascular est� indicada cuando la ecocardiograf�a no es adecuada para evaluar la gravedad de la RM, los vol�menes del VI y del ventr�culo derecho y la funci�n sist�lica. La ventaja de la resonancia magn�tica cardiovascular para revelar la presencia, ubicaci�n y grado de cicatriz mioc�rdica o fibrosis de reemplazo en las aur�culas puede desempe�ar un papel en la evaluaci�n general de AFMR.(17)
Hasta el momento, hay poca evidencia sobre las opciones terap�uticas para el manejo de la RM funcional auricular. Es necesario comprender los principios de los enfoques te�ricos para tratar a los pacientes en cuesti�n y realizar estudios futuros.
El estudio de Gertz et al.� sugirieron que restaurar el ritmo sinusal tiene un efecto terap�utico sobre la IM funcional auricular a trav�s de la contracci�n de la AI agrandada. Las estrategias de control del ritmo de la FA incluyen terapias farmacol�gicas con f�rmacos antiarr�tmicos y ablaci�n quir�rgica o con cat�ter. Las terapias farmacol�gicas son f�ciles de iniciar y no invasivas en comparaci�n con la ablaci�n con cat�ter; sin embargo, muchos f�rmacos antiarr�tmicos tienen efectos arritmog�nicos inotr�picos y parad�jicos negativos y deben usarse con cuidado en pacientes con insuficiencia card�aca. La ablaci�n con cat�ter es una terapia de control del ritmo bien establecida para la FA, en particular para la FA parox�stica, y �ltimamente el alcance se ha expandido para tratar la FA permanente. Varios estudios han demostrado que la ablaci�n con cat�ter es superior a la farmacoterapia para mantener el ritmo sinusal. Mantener un ritmo sinusal es m�s dif�cil con una AI m�s grande, y la contracci�n del tama�o de la AI despu�s de la restauraci�n del ritmo sinusal suele ser limitada en pacientes con una AI severamente remodelada; por lo tanto, la efectividad del control del ritmo por s� solo podr�a ser limitada en pacientes con una AI y una dilataci�n particularmente marcada anillo mitral.(13)
El tratamiento quir�rgico puede ser actualmente la opci�n de tratamiento m�s fiable para la RM en la FA funcional auricular. Algunos estudios de peque�o tama�o mostraron que la IM funcional auricular puede controlarse mediante anuloplastia quir�rgica en la mayor�a de los casos; sin embargo, es posible que una anuloplastia sola no siempre sea eficaz., puede haber un subtipo de pacientes que requieran una intervenci�n adicional adem�s de una simple anuloplastia.
Las intervenciones con cat�ter pueden ser posibles alternativas para la RM funcional auricular. Adem�s de MitraClip, que est� dise�ado para imitar la t�cnica quir�rgica de borde a borde de Alfieri, se est�n desarrollando varios dispositivos con varios mecanismos �nicos, incluida la imitaci�n de anuloplastia quir�rgica. Te�ricamente, se espera que estos dispositivos de anuloplastia sean efectivos para el desequilibrio entre el �rea del anillo y el �rea de la valva. Debido a que los pacientes con FA tienden a ser ancianos y presentar comorbilidades concomitantes, estos dispositivos basados en cat�teres pueden convertirse en una opci�n de tratamiento �til para la RM funcional auricular.(13)
Recientemente, se ha informado que los bloqueadores de los receptores de angiotensina II (BRA) modulan los cambios profibr�ticos en el proceso de remodelaci�n de la valva de la v�lvula mitral despu�s de un infarto de miocardio, suprimiendo el exceso de proliferaci�n celular, el engrosamiento valvular y la remodelaci�n de la matriz. Kim y col. investigaron m�s a fondo el efecto de los BRA sobre la remodelaci�n de las valvas en pacientes con FA. En pacientes con insuficiencia mitral funcional auricular, los que tomaban BRA o inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina ten�an una mayor proporci�n entre el �rea de la valva y el �rea de cierre y una menor gravedad de la insuficiencia mitral. Estos resultados son preliminares y deben considerarse generadores de hip�tesis; sin embargo, estos f�rmacos pueden tener el potencial de provocar el agrandamiento de las valvas y pueden tener un efecto profil�ctico sobre la AFMR.(16)
DISCUSI�N
La regurgitaci�n mitral funcional auricular es una entidad nueva dentro de la interpretaci�n de etiolog�a de la valvulopat�a mitral, es un t�rmino que se ha podido a cu�ar en los �ltimos a�os, durante mucho tiempo se identificaba a la dilataci�n del ventr�culo izquierdo y por ende el anillo mitral como la �nica causa. En la actualidad esta �nica etiolog�a secundaria ha ido perdiendo fuerza como �nica causa, la dilataci�n auricular es un complejo mecanismo que puede explicar todos los procesos de remodelaci�n auricular asociado a taquiarritmias supraventriculares cr�nicas.
CONCLUSI�N
La nueva entidad patol�gica de AFMR se reconoce cada vez m�s y es probable que su prevalencia a nivel mundial aumente en vista del envejecimiento de la poblaci�n y una mayor conciencia entre los m�dicos de su existencia y significado cl�nico. Un creciente cuerpo de evidencia sugiere que AFMR conlleva un peor pron�stico, pero es potencialmente tratable. La patogenia de la AFMR se puede atribuir a m�ltiples factores que se centran en la remodelaci�n estructural y funcional de la AI, el VI y la propia v�lvula mitral. El t�rmino �complejo valvular mitral�, que tradicionalmente se refiere a diferentes elementos del aparato mitral, incluidos los velos, el anillo, los m�sculos papilares y el VI, ahora tambi�n debe incluir la AI. Los cardi�logos y cirujanos ver�n m�s investigaciones y avances en el conocimiento de esta enfermedad en los pr�ximos a�os.
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FINANCIACI�N
No se recibi� financiaci�n para el desarrollo del presente art�culo.
CONFLICTOS DE INTERESES
Los autores declaran que no existen conflictos de intereses.
CONTRIBUCI�N DE LOS AUTOR�A
Conceptualizaci�n: Pablo Danilo Jurado Carrera, Mar�a Bel�n Mu�oz Padilla, Ver�nica Alicia Vega Mart�nez.
Supervisi�n: Pablo Danilo Jurado Carrera, Mar�a Bel�n Mu�oz Padilla, Ver�nica Alicia Vega Mart�nez.
Metodolog�a: Pablo Danilo Jurado Carrera, Mar�a Bel�n Mu�oz Padilla, Ver�nica Alicia Vega Mart�nez.
An�lisis formal: Pablo Danilo Jurado Carrera, Mar�a Bel�n Mu�oz Padilla, Ver�nica Alicia Vega Mart�nez.
Recursos: Pablo Danilo Jurado Carrera, Mar�a Bel�n Mu�oz Padilla, Ver�nica Alicia Vega Mart�nez.
Curaci�n de datos: Pablo Danilo Jurado Carrera, Mar�a Bel�n Mu�oz Padilla, Ver�nica Alicia Vega Mart�nez.
Redacci�n - borrador original: Pablo Danilo Jurado Carrera, Mar�a Bel�n Mu�oz Padilla, Ver�nica Alicia Vega Mart�nez.
Redacci�n - revisi�n y edici�n: Pablo Danilo Jurado Carrera, Mar�a Bel�n Mu�oz Padilla, Ver�nica Alicia Vega Mart�nez.